Fue por las casualidades de la vida lo que lo convirtió en uno de los voceros más representativos del problema educacional chileno: a fines de 2008 escribió una columna incendiaria sobre el tema gracias a los horrorosos datos que encontró. Desde ahí, lo empezaron a llamar de todos lados. Luego creó Educación 2020, y hoy es columnista, panelista e invitado fijo a hablar de la “Crisis de la educación chilena”. Acaba de lanzar el libro “Cambio de Rumbo”, donde habla de “un sistema que ha demostrado ser uno de los más segregados y poco eficientes del mundo, concebido a la luz de un modelo de mercado donde impera la competencia y el lucro”. En esta entrevista trata de explicar la génesis del problema.
¿Por qué es importante la educación?
A partir del momento en que queremos trasladarnos en un sentido
amplio y completo de la palabra, y además ser ciudadanos productivos, en
el sentido más laboral y económico de la palabra, el que haya
transmisión de conocimientos de una generación a la siguiente, es la
esencia de la concepción de una sociedad. Y si ese proceso está
funcionando ineficientemente, el futuro está amenazado. Es probablemente
el proceso más esencial de cualquier sociedad.
Usted, en su reciente libro, habla sobre la sociedad avanzada y dice
que la educación chilena está estancada. ¿Cómo se sale de esto?
El 42% de los jóvenes han estado sentados calentando un asiento
durante 12 años, y el sistema educativo no es capaz de hacerlos que
entiendan lo que leen. Los que terminaron educación superior no tienen
comprensión plena de lectura y de aritmética. A estos jóvenes, el
sistema educativo chileno no los ha tenido, 12, si no que 15, 16, 17 o
18 años y no logra en un 90% de los casos compresión adecuada de
lectura. Hay 1.200.000 alumnos más o menos en educación superior en
Chile, que están dejando en las arcas de las instituciones del orden de
3.500 millones de dólares por año. Y esta vez no es pagado por el
Estado, sino que por las familias en un 70, 80%, para que ni siquiera
los egresen con comprensión total de lectura.
Y de esto no se sale con slogans. Y la verdad es que el que todo se
va a solucionar si le ponemos fin al lucro, es mentira. Yo creo que hay
que ponerle fin al lucro, entre otras cosas, pero no sloganizar con eso.
Esto es un problema que debe tener abordaje a partir de la
reconstrucción de la carrera docente, con la reconstrucción de la
educación pública, de los liceos técnicos, con los directores de
escuela, con la forma de financiamiento. Hay que terminar la presión del
mercado en el sistema educativo y cambiar la estructura curricular.
Usted dice que el libre mercado se apropió de la educación chilena.
Eso es una constatación de facto, no es un juicio valórico. No hay
ningún país en el mundo con un sistema más mercantilizado que el chileno
y esa es una de las bases de por qué esto no está funcionando. Porque
los sistemas mercantilizados segregan a la población educativa, la
segmentan, por razones de mercado, y los que están hacinados en el gueto
socioeducativo, no tiene ninguna esperanza de saber algo.
Y eso nos lo han dicho todos los países del mundo. La OCDE
en su informe sobre Chile, ha dicho que Chile está excesivamente apoyado
en un sistema de competencia de mercado. Uno de los elementos es
empezar a disminuir la competencia de mercado y mejorar la colaboración
entre escuelas y así disminuir la segregación de Chile que es la peor
del mundo. Tenemos el sistema más mercantilizado del mundo, y los
indicadores duros dicen que tenemos el sistema más segregado del mundo y
eso no es casualidad.
¿Qué produce en Chile esta segregación?
La segregación es de dos tipos. Y esto es bien importante, porque la
gente se confunde. Una es la segregación socioeconómica, en que los más
pobres tienen el valor más pobre, los semi pobres con los semi pobres y
la clase media con la clase media, hasta los más ricos con los más
ricos. Los menos aventajados estudian con los menos aventajados. Tenemos
segregación socioeconómica y académica. Que van muy de la mano, pero
que no es lo mismo. Cuando inventamos liceos de excelencia, por ejemplo,
estamos segregando académicamente. Entonces, tenemos el gueto de los
chicos ricos y más aventajados que el pobre, el gueto de los más pobres
con menos capital cultural de la familia, y además, se va descremando y
todos los menos aventajados los vamos echando a la educación pública.
Estamos construyendo estos guetos socioeducativos, que es una verdadera
Sudáfrica educativa. Y así no hay manera de sacarlos adelante en lo
escolar. Pero por otro lado, ahí está la esencia de la creciente pérdida
de cohesión social en Chile, independiente de los resultados, este es
un sistema que está esencialmente concentrado en promover el
individualismo.
“Yo logré salirme de aquí porque voy a pagar 10 lucas pa separarme de
los demás. Del de más abajo”. Chile construyó el país de la teoría, el
país del gallinero. Que es de cultura muy perversa. La gallina que está
en el palo de más arriba, se caga a las que están en el palo siguiente.
Aquí no hay solo desprecio de clases desde Las Condes a La Pintana. Hay
de Las Condes a Ñuñoa, de Ñuñoa a La Florida, de La Florida a Maipú y de
Maipú a La Pintana. En la última encuesta del CEP hay una pregunta que
dice, ¿por qué la gente es pobre? El 45% de la gente contesta que es
porque es flojo. Es de terror esa cuestión. Ese dato no dice que el
pobre tuvo que ir a una escuela segregada, no dice que no tuvo ninguna
oportunidad de aprendizaje, que no tuvo ninguna oportunidad de ningún
tipo en la vida, no dice que en el consultorio primario lo atendieron
mal, no dice que no tuvo acceso a sala cuna o jardín infantil. No dice
eso. Dice, no, esta persona es pobre porque es flojo.
La cultura del pueblo de Chile es individualismo y de desprecio hacia
el prójimo. Segregamos a los niños en escuela de educación especial,
cuando en ninguna parte del mundo se hace. Los segregamos en liceos de
excelencia, o sea, aquí cada uno dependiendo del dinero tiene su palito,
y se caga de ahí para abajo, arriba de los demás. No me gusta ese país.
No me gusta culturalmente. Hay que cambiar el rumbo. Hay 3 millones y
medio de alumnos en la educación, pero hay que comenzar a tomar medidas.
No se puede cambiar el rumbo en 90 grados, incluso por restricciones
culturales y financieras, y por capacidad de gestión. Esto es como un
trasatlántico que para girar, necesitan como 20 km para hacer una curva.
Aquí es lo mismo y el timón lo tienen que girar las políticas públicas
en educación.
¿Y usted ve algo de eso en las propuestas de las campañas políticas de este año?
Estoy muy interesado en saber que va a pasar la próxima semana,
porque hasta el día de hoy ninguna campaña ha publicado un programa
educativo en serio. No tengo evidencias claras de cuáles son las
propuestas programáticas de las candidaturas. Si te puedo decir que, por
ejemplo, estamos muy contentos porque la jefa del programa educativo de
Bachelet, es miembro del directorio de Educación 2020, y también un
miembro del directorio de 2020, está en el programa de Evelyn Matthei.
Veo que hay ciertos sentidos comunes que han ido empezando a girar. Hace
3 años la palabra segregación no existía en el léxico. No era tema.
Nosotros ya logramos ponerlo como tema. Hace 3, 4 años atrás, el
discurso de este gobierno era que lo mejor que le podría pasar a la
educación pública es que desapareciera.
Ahora están todos los candidatos diciendo que hay que fortalecer la
educación pública. Tengo un moderado optimismo. Pero hasta no ver los
programas no puedo opinar. Lo que si puedo decir que se ha avanzado, más
que en lo sustantivo, en escolar, en cambiar cierto sentido estatal.
Pero este es un gobierno que en realidad avanzó muy poco. Entre otras
cosas, porque con un ministro por año promedio, no hay manera en que tu
puedas avanzar en un gobierno.
¿Cuál es el problema del financiamiento compartido?
Si partimos de la base de que la segregación no es buena, ni
académicamente ni socialmente, yo te digo, mira, los niños que pueden
pagar 60 mil pesos de copago, se van a estudiar con niños que pagan 60
mil pesos de copago. Y los niños que puedan pagar 40 de copago, pueden
estudiar con los de 40 de copago. Los de 20 de copago con los de 20 de
copago, y los de no copago con los de no copago. El financiamiento
compartido es intrínsecamente segregador. Y no hay ningún otro país en
el mundo que lo haga. ¿En cuantos países del mundo existe educación
particular subvencionada, subsidiada por el Estado, con financiamiento
compartido y con fines de lucro? Simplemente no hay. La persona que
inventó el financiamiento compartido, buscó segregar a la sociedad a
través de la educación.
En una columna usted critica fuertemente a la agencia de calidad de
la educación, dice textual: “ El cinismo reduccionista de los amantes
del modelamiento estadístico, trata de llevarlo todo al terreno de lo
medible” ¿Es ahí donde se está perdiendo el rumbo?
¿Es ahí uno de los 33 lugares donde se está perdiendo el rumbo? Sí,
pero la fórmula no es cambiar el SIMCE. No es ahí donde se está poniendo
el problema. Es uno de los elementos del sistema educativo mal parido.
Yo no tengo problema con que haya textos estandarizados, pero para
medir a 3.800.000 alumnos hay que hacer algún tipo de textos de
respuestas múltiples. Lo que estoy en contra es que esto se lleve al
extremo de lo insólito de estar haciendo SIMCE de segundo básico,
cuarto básico, sexto básico, octavo básico, segundo medio y tercero
medio, y que después que un mismo mecanismo de aceptación a la
universidad sea otro punto estandarizado. Porque ahí lo único que se
está demostrando si sabes o no ponerle el circulito donde debes. Estos
son test estandarizados con consecuencias. No son test estandarizados
para medir y mejorar. Si saliste mal en los test estandarizados, te
pongo la escuela en situación de cierre, generando un pánico. Si te fue
mal en los test estandarizados, tu profesora no recibe un bono. Si te va
mal en el test estandarizado, no entraste a la universidad. Quedaste
bajo en el ranking de la agencia. El convenio de desempeño de los
directores de escuela, está basado en un test estandarizado. Entonces al
final, ¿qué es lo que haces tu? Dedicas el aula a preparar facsímiles
de test estandarizados. ¿Importa la cooperación entre alumnos? No, no
importa. ¿importa la expresión oral de los alumnos?, ¿importa la
expresión escrita de los alumnos?, ¿importan los valores? No . ¿importa
la música? Tampoco.
La educación puede reducirse a aprender de memoria los test. Las
materias del curriculum para el test. Yo soy profesor aquí en la escuela
de ingeniería de la Universidad de Chile. Los alumnos que están acá
tienen que tener 720 puntos en la PSU. Y la mitad de estos jóvenes, o
dos tercios de estos jóvenes, no son capaces de redactar un párrafo de
dos páginas, un ensayo de dos páginas. No son capaces de hilar
pensamientos y te estoy hablando del destilado del 2%, 3% superior de
la Universidad de Chile. ¿Como alguien me va a decir que el sistema
educativo no está mal parido?
¿Y dónde está el problema de la formación docente? ¿Dónde queda la
pasión, el cariño y la dedicación del profesor en el sistema
educacional?
A los profesores los estamos aplastando. Aparte de que tenemos una
formación docente en donde prácticamente se han vendido cartones, de
todo tipo de profesiones, incluyendo pedagogía. Hay jóvenes que pagan 4
millones, 5 millones de pesos y te dan un cartón. ¿No entiendes lo que
lees?, No importa, pero te vendemos el cartón. Entonces, tenemos un
problema de formación gravísimo. Pero aparte de eso, tenemos este
sistema docente que está aplastando a los profesores y a los alumnos.
Tenemos un sobre inflado, en que lo que se le dice al profesor que
basicamente es pasar materia. Si tu alumno no entienden un carajo, no
importa. Tu pasa materia. Si se les olvido al año siguiente, no importa.
Tu sigue pasando materia, Y convierte en una rutina la labor de los
profesores. Los aplasta, los desmoraliza más allá de la remuneración. Es
una profesión que es atroz. En que no tienen ningún espacio para
desarrollar su creatividad ni la de los alumnos. No tienen ningún
espacio, y además, tenemos el número más elevado de horas de clases en
el mundo. Un elemento que es estrictamente pelotudo.
Lo que pasa en la educación superior es un fenómeno con
dimensiones bien distintas, Porque, dentro de todo, la educación escolar
tiene un cierto grado de regulación, y está en un porcentaje
mayoritario financiado por el estado. La educación superior es el
libertinaje más absoluto, en que puedes poner una sede de una carrera de
ingeniería astronáutica en Temuco con 7 alumnos, y contratar a unos
mecánicos para hacer clases. Estamos hablando del libertinaje de
mercado.
Tal como hablamos de los robos de las multitiendas como La
Polar. Eso es el robadero que ha sido la educación superior.
Completamente desregulado, hasta el día de hoy no tenemos acreditación
en serio, no tenemos control del lucro, no tenemos superintendencia. No
tenemos nada.