Ayer
conocimos el resultado de la evaluación internacional de Pearson sobre la
Prueba de Selección Universitaria, y el resultado es lapidario: la prueba tiene
un alto margen de error, predice mal y genera un alto impacto negativo en
equidad.
Lamentablemente esta noticia la sabíamos hace tiempo. Desde que
fue implementada esta prueba de selección, hace diez años, se han hecho
presentes estas críticas por parte de académicos, investigadores y estudiantes,
pero el Consejo de Rectores y Mineduc han hecho oídos sordos a estas críticas.
La PSU ha terminado prediciendo mejor la cantidad de plata que uno tiene en el
bolsillo o el lugar donde nació antes que los talentos que tiene cada persona.
Lo más grave es que esta herramienta no solo selecciona a los estudiantes para
la educación superior sino también determina la entrega de recursos a
instituciones y la asignación de beneficios estudiantiles.
Es necesario terminar con la actual Prueba de Selección
Universitaria aprendiendo de los errores del pasado avanzando a un sistema de
acceso equitativo y que no siga segregando. Terminar la PSU no puede ser como
fue con la PAA, no puede existir improvisación y ausencia de los distintos
actores involucrados. Sin embargo, hoy es urgente no seguir aumentando los daños
que genera esta prueba: que las becas no dependan de la PSU, eliminar el AFI y
que la PSU no sea la herramienta de selección sino avanzar en instrumentos como
el ranking y otros métodos de selección afirmativa.
Diego Vela Grau
Presidente FEUC
Presidente FEUC