1 feb 2013

La PSUfff, por Mario Waissbluth.




Para no redundar en la catarata de comentarios a raíz de la evaluación de la PSU (es decir, la evaluación de la evaluación) trataremos de hacerlo corto pero diferente.

1. Un elefante sigue transitando por la Alameda y nadie lo quiere ver ni se atreve a mencionarlo: el 40% de los postulantes a la educación superior no entiende lo que lee. 12 años sentados en un pupitre para no saber leer, es como mucho ¿no le parece?  Esto no lo arregla ni la PSU, ni una PSU Plus Super Extra, ni la vuelta a la PAA, sino algún sistema sensato y económico, que no sea un negociado preuniversitario, para paliarle a esos jóvenes el daño que les produjo la educación escolar.  


2. Es una insensatez absoluta, y siempre lo ha sido, que un sistema de admisión, que pretende evaluar el potencial de un alumno, ya sea para una universidad o instituto profesional, se base únicamente en las respuestas a un test estandarizado, cualquiera este sea. Todas las universidades serias del mundo combinan los resultados de pruebas estandarizadas con otros elementos como el ranking de notas, pruebas escritas, entrevistas, evaluación de desempeños destacados en arte, deporte o algún proyecto especial. Alguien dirá que eso favorecerá el “pituto”. ¿Qué peor pituto que sean los apitutados de la clase alta los que entren a la universidad? Por otro lado, si una universidad es seria – no todas lo son – van a tener un sistema serio de selección que haga las cosas correctamente.


3. Por ende, concordamos con la declaración del Ministro  Beyer: “Se requiere un mejor sistema de admisión a las universidades más que una mejor PSU”. Esto no significa que la vieja y añeja PSU no esté plagada de los defectos que señaló el informe Pearson, y que es imprescindible mejorarla. El parsimonioso plazo que se ha fijado el CRUCH para lograrlo, de 4 años, parece… para variar… parsimonioso.


4. No estaría demás aprovechar la ocasión para cuestionar la existencia misma, o al menos la composición del CRUCH. Ciertamente, hay algunas buenas universidades e institutos que no están en el CRUCH, y hay algunas universidades que no califican precisamente por su calidad para estar en el CRUCH. ¿Por cuantas décadas más las universidades “tradicionales” seguirán siendo las “tradicionales”? ¿Son las del CRUCH las mejores instituciones? No. ¿Son las del CRUCH las universidades públicas? Tampoco. ¿Qué son? Quien sabe.


5. En lo inmediato, lo que urge, ojalá para la próxima temporada, es eliminar la NEM (notas de enseñanza media) por la sencilla razón de que diferentes colegios, independientes de su calidad, tienen promedios NEM diferentes. Muchos colegios pillines inflan las notas para “mejorar su rating de egresados admitidos a la Universidad”. En cambio el ranking de notas en la escuela es un fiel reflejo del esfuerzo del alumno. Para mi gusto, habría que subirle significativamente el peso, a un 20 o 25%


6. Por último. El condenado AFI, o Aporte Fiscal Indirecto. Es el propio Estado el que ha estado impulsando a las universidades a privilegiar el uso de la PSU, pues les paga dinero a las Universidades dependiendo del número de estudiantes que consiguieron… con un alto puntaje PSU. Mientras eso siga así, las universidades seguirán privilegiando la PSU en detrimento de mecanismos complementarios más sensatos, y seguirán tratando de descuidar la PSU técnica, para que los Institutos no se lleven una parte de su torta.