@wladimirbolton
Editor Revista ReCrea
...A propósito del documental “La Educación Prohibida”.
Es sabido que la educación
chilena pasa por una profunda crisis en todos sus niveles, no estoy descubriendo
la rueda opinando esto, desde su enseñanza pre básica hasta la educación de
post grado. Ante lo anterior quisiera plantear, una de muchas aristas respecto
a uno de los pilares educativo: La Extensión Universitaria.
La extensión universitaria es uno
de los 3 pilares fundamentales de la educación superior, en conjunto con la docencia
y la investigación, este triángulo plasma las funciones que debiesen realizar
las universidades y más aún las públicas.
Pero en términos concretos ¿qué es la
extensión universitaria?
Existen muchas definiciones,
muchos autores, pero prefiero definirla como:
La interacción de la comunidad
universitaria con la sociedad, tanto local como regional y a su vez a nivel
nacional, en su más amplio sentido. La cual debe ser una diálogo constante en
que las dos se retroalimenten.
Ante este escenario. ¿Qué rol
juegan los estudiantes universitarios?
Para definir lo anterior, es necesario
hacer un diagnóstico de la actual vida universitaria de los estudiantes, es así
como nos damos cuenta que al ser educados bajo ciertos parámetros muy bien
detallados en el documental: estandarización de contenidos, obligatoriedad,
competencia e individualismo, evaluaciones homogéneas, procesos obsoletos y
reproducción de lógicas sistémicas, entre otras, debemos agregarle que el
actual modelo en Chile ve a la educación como una mercancía, por tanto si uno
paga un arancel de X valor paga las clases, cualquier otra actividad o
detención de éstas, se escapa del contrato por lo tanto no es tan bien recibida
ni se le prioriza.
Existen distintas organizaciones, fuerzas
políticas, colectivos, etc. que velan por el desarrollo de una vida
universitaria, ¿pero es esta suficiente?, al parecer no, la relación que
establecen con el medio muchas veces se limita a los denominados “Trabajos
Voluntarios”, que se si bien sirven, ya que logran una relación con comunidades ajenas al
entorno local del estudiante, muchas veces no perduran en el tiempo, solo son
una actividad que realizamos una o dos veces año, sin lograr un trabajo
continuo y mucho menos un ejercicio dialéctico con la comunidad, que nos
permita una vinculación real.
Dicho lo anterior es necesario
plantear, que el rol del estudiante va más allá, es necesario entender que manejamos ciertas herramientas que
se deben poner al servicio de la sociedad, y esto debe desarrollarse en el día
a día, ya que al instante de salir de la universidad que debiese ser el momento
en que devolvemos la “inversión” en nuestra formación profesional dado el
modelo en el que vivimos, muchos no terminan en el ámbito público, porque es poco
rentable en comparación al privado y terminan llevando los conocimientos para
la casa y nuestros bolsillos.
Es así como que debemos generar
un cambio en el actual paradigma, pero este cambio no parte en las
universidades, sino que desde la educación pre escolar, pero aun así es necesario
generar un cambio hoy y eso sí está a nuestro alcance, esto lo podemos hacer a
través de la participación universitaria, crear universidad entre todas y todos,
para así formar ciudadanos para el siglo, en el cual nos estamos desarrollando además
de saldar nuestra deuda con la comunidad de la cual somos parte: seamos parte
de las juntas de vecinos, creemos organizaciones en función a nuestras
disciplinas, brindemos un trabajo voluntario permanente. Salgamos del aula y
cumplamos con nuestro rol histórico como estudiantes.