Daniel Zamorano Vargas
Presidente
Federación de Estudiantes Santo Tomás – FEST –
Viña del Mar
Miembro Privadas Movilizadas
La
Confederación de Estudiantes de Chile CONFECH, que pese a su nombre en la
actualidad reúne a sólo Federaciones de Universidades, dejando a fuera a la
gran mayoría de la matrícula de la Educación Superior que esta en los CFT’s e
IP’s del país, es un espacio políticamente atrayente. Es indudable su palestra
mediática y política a nivel nacional e incluso internacional y son evidentes
las grandes oportunidades que representa
junto a sus potencialidades. Sin embargo, como toda organización social, tiene
falencias que merman su trabajo y desarrollo. Estas falencias son agudas en
torno a lo orgánico de la Confech, dado que en la actualidad es un espacio
inorgánico, que se autoconvoca, no tiene estatutos y posee un sin número de
falencias en lo estructural, donde federaciones de 1000 estudiantes tienen el
mismo voto que federaciones de más de 20000 y, además, a las privadas que hemos
entrado este año se nos ha exigido entrar como Confederación, cosa que no
ocurre con las tradicionales donde hay universidades que tienen hasta 4 federaciones presentes en su plenaria.
Estos problemas orgánicos han impedido el correcto desarrollo de la orgánica
estudiantil, y especialmente de las privadas dentro de ella. Pese a esta
realidad, el sector que conduce hoy la Confederación, autodenominados “Ultra” por
ellos mismos en algunas entrevistas, se ha negado sistemáticamente a
desarrollar el necesario Congreso de Estudiantes para resolver estos problemas,
lo anterior se explica porque esta informalidad le permite mantener la
conducción del espacio, con una Ultra izquierda sobre representada en base a
Federaciones de sedes pequeñas de Universidades Regionales.
Ahora
en lo político su principal merma es que no busca la síntesis de posturas, si
no la imposición de una mayoría sin consideración de lo que opinan las
minorías, abunda la palabra colérica, la frase rimbombante y el “ego
revolucionario”, generalmente las discusiones son en forma y no fondo. Se
carece de una hoja de ruta y si bien se cuenta con un Petitorio e ideas fuerza,
es en las tácticas y estrategias para conseguir nuestras demandas donde se cae,
permanentemente, en el infantilismo revolucionario y en la falta de diálogo
político.
En
el caso de nuestro sector privado pese a la dura realidad de las cifras, hay
sectores de Ultra Izquierda que siguen viendo a los estudiantes de las privadas
como estudiantes de buena situación económica, siendo que la realidad es
completamente distinta, y además, ven nuestro ingreso como un peligro de
cambiar la correlación de fuerzas, absolutamente artificial, que existe hoy en
la Confech. Esto demuestra que algunos dirigentes de está “Ultra”, no su total
claro está, no han generado el proceso de conocimiento de la realidad del
sistema educacional y se han quedado con el eslogan más que la realidad. La
conducción política de la Confech ha sido deficiente durante este año, la ultra
sólo ha contribuido con un estado de ánimo permanente (y muy cambiante) al
movimiento estudiantil, que ha generado los problemas políticos que antes se
mencionaban, sin la capacidad de generar propuestas, diálogo ni acciones de verdadera
radicalidad, en lo sustantivo y no con pirotecnia. Por todo lo anterior nace la
pregunta ¿Es la Confech el espacio donde los estudiantes de privadas podremos
canalizar nuestras demandas?
Como
representantes estudiantiles no debemos buscar el espacio que nos dé mayor
visibilidad, ni más cobertura mediática, si no el espacio en el que las
demandas e ideas de nuestros representados encuentren la mejor forma de ser
canalizadas y logremos avances. Debemos pensar en la realidad de nuestros
espacios y que los estudiantes más pobres del país estudian en las Universidad
Privadas, los CFT y los IP. Si no es en
igualdad de condiciones y en base a una ampliación del actual petitorio con
nuestras demandas, el entrar y participar de la CONFECH resulta más un acto
simbólico que práctico. Pese a que este año se han sumado 9 Federaciones de
Universidades privadas al Confech, el discurso de los voceros sigue siendo el
mismo, sin tomar nuestras demandas e, incluso en ocasiones, en ataque directo a
nuestro sector. Nuestra participación el la Confech debe ser real, no el “solo estar”
para justificar hablar de una falsa amplitud de la Confederación, nosotros
hemos puesto de nuestra parte, falta y bastante, de quienes la conducen hoy.
Como
Federación estamos en disposición de formar una gran orgánica de los
Estudiantes de Chile, donde Estudiantes de la Educación Superior y Secundarios nos juntemos, para esto debemos
partir de cero, formar una nueva orgánica en que todos seamos iguales y que
construyamos en conjunto, en forma y petitorio, en un Congreso Refundacional de
los Estudiantes de Chile. Todo esto en los marcos del Congreso CONFECH, es esta
la solución a los problemas de la orgánica estudiantil y esperamos que con
altura de miras los sectores que se oponen a realizar en Congreso cambien de
parecer y podamos realizar este evento a la brevedad. Para el bien del
movimiento estudiantil.
Acá
no se trata de separatismos, ni división de esfuerzos, si no de la sinergia
necesaria que suma esfuerzos y no la anulación sumando a un sector a las
propuestas del otro, la diversidad de ideas y acción nos hará más fuertes. No
seremos nosotros quienes dividamos el movimiento estudiantil, pero tampoco
podemos seguir, como dirigentes responsables, participando de una Confederación
sin claridad en lo propositivo y sin
radicalidad en lo importante, generar acciones que tengan un sentido político y
nos conduzcan a obtener resultados, para nuestros representados y no para
nuestros egos dirigentes.
Podemos
avanzar mucho mejor juntos, juntos de verdad, con claridad e igualdad de
condiciones, el movimiento por la educación no es de nadie, es de todos, es de
una ciudadanía que despertó y quiere cambiar Chile.